domingo, 27 de marzo de 2011

Historia del Reiki


Aunque por muchos años la historia del Reiki se transmitió de manera oral, de maestro a alumnos, y esto la ha distorsionado en algunas de sus partes, todas las versiones coinciden en lo esencial.
A finales de 1800 el doctor y sacerdote japonés Mikao Usui, quién ejercía la docencia en una universidad cristiana descubrió el Reiki. Al no saber responder una interrogante de sus alumnos sobre cómo Jesús y Buda sanaban a los enfermos, decidió emprender una investigación que lo llevó a aprender cómo sanar. Luego aprendió a leer sánscrito, lengua hablada antiguamente en la India y el Tíbet, e ingreso en un monasterio en el Tíbet. En sus investigaciones encontró un manuscrito antiguo escrito por un discípulo de Buda que enseñaba un procedimiento de sanar, unos símbolos y el método para pasar los poderes curativos a otras personas. Estuvo en meditación, ayuno y aislamiento durante 21 días al cabo de los cuales tuvo una visión con los símbolos Reiki que entraron en su cuerpo a través del chacra del tercer ojo. Al descender del monte en el que hizo su aislamiento se golpeó un dedo del pié y al tomarlo entre sus manos se curó, llegó a una posada y comió una copiosa comida que a pesar del ayuno no le cayó mal, sanó a la hija del posadero de un dolor de muelas mediante imposición de manos en la cara y lo mismo hizo con el guardián del templo que sufría de artritis.
Más adelante comenzó a aplicar esta técnica para sanar a todo el que se encontraba a su paso, sin pedirle nada a cambio, pero muchos de ellos terminaron molestándose porque ya no podían pedir limosnas o enfermándose de las mismas u otras cosas, así que comprendió que para sanarse completamente y no sólo de cuerpo, las personas debían desearlo y trabajar por ello, por lo que comenzó a pedirle a las personas que curaba que le diesen a cambio dinero o algo que les costase trabajo.
Conoció a un oficial de la armada, Chujiro Hayashi, en estado de reserva a quién transmitió los grados Reiki, y este formó un hospital Reiki donde curaban a los enfermos y daban los alineamientos. En este hospital entró una señora enferma de apendicitis llamada Hawayo Takata, viuda y con dos niñas pequeñas, fue curada y más adelante pidió que se le enseñase Reiki, mas se le negó, no por ser mujer sino por ser extranjera.
Luego, por intercesión de un amigo mutuo se le acepto y se le fueron dando los grados Reiki, pero con la condición de que siempre cobrase por darlo y que cuando fuese llamada fuese inmediatamente hasta el Japón, acepto y el maestro la nombró su sucesora.
Una noche soñó que su maestro estaba parado al pié de su cama y supo que esa era la llamada, así que fue inmediatamente a Japón. Cuando llegó la estaban esperando y su maestro le dijo que pronto vendría una gran guerra, que todos los iniciados morirían en ella y que la clínica cerraría; que precisamente por haber tenido ese presentimiento había decidido nombrarla a ella su sucesora, porque siendo extranjera se salvaría y así el Reiki no se perdería de nuevo; que cómo su condición de sanador no le permitía matar personas había decidido dejar de vivir. El 10-05-1941 detuvo su corazón por medios psíquicos.
Hawayo Takata se encargo de esparcir el Reiki en Hawai, y luego esta enseñanza ha ido esparciendo por todo el mundo.
Extraído del libro ”Curso de Primer Nivel de Reiki”. Erik R. Arellano S.

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