La primera vez que con los ojos cerrados escuché el sonido de un Cuenco
Tibetano todo mi cuerpo se estremeció. Recuerdo que me invadió una mezcla de
temor, ante algo capaz de acariciar mi interior y de un deseo infantil de que
volviera a hacerlo.
Con el tiempo he comprendido que los Cuencos Tibetanos son objetos
sagrados que trabajan a niveles muy profundos de sanación, que rozan el alma
con cada matiz y nos conectan con nuestro lado más sagrado.
Un Cuenco Tibetano es un auténtico tesoro. Es un objeto vivo con
alma propia.
Es capaz de llegar a los rincones más escondidos de tu ser y
limpiarlos con una sutil caricia, de cantar con la voz de los monjes de las
montañas del Himalaya, de elevar tu espíritu hasta donde sea capaz de llegar.
En un lugar remoto del planeta, una aleación de metales ha dado
forma a un Cuenco Tibetano para ti. Un cuenco único, que conecta de manera
especial contigo…
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